Nos encontramos en un momento de la historia donde el avance de la tecnología y las comunicaciones hacen que hoy por hoy el mundo, del cual nuestro país es parte, esté regido y ordenado por la construcción mediática de la realidad que los mass media estructuran.
El poder que con el tiempo fueron adquiriendo en la Argentina los grandes medios, hace que sin dudas la tarea de informar esté absolutamente ligada a la construcción de la realidad que los mencionados grupos económicos construyen.
Estos grandes oligopolios, no pueden decirnos qué opinar, no obstante, logran imponer de qué. Y esto se deriva de algunos puntos básicos:
-Como lo indica el título, se trata de una hegemonía mediática. En términos gramscianos, la hegemonía se corresponderá con una forma de dominación sutil, sin violencia, que logrará su cometido a través del consenso. Por lo tanto, las técnicas para imponerse no se muestran evidentes, no van al choque, no le generan al dominado (receptor) la sensación de estar siendo obligado a opinar de temas que a al dominador (emisor) le interesan.
-De este último punto, se desprende fácilmente la idea de que en la construcción de la agenda mediática del ciudadano corriente, los mass media tienen una escalofriante influencia.
-Finalmente, y globalizando los puntos anteriores, particularmente en nuestra nación esto se logra con la concentración del poder de los medios en pocas manos. Esto implica, lógicamente, que la diversidad ideológica, pragmática y demás, no existirá, en tanto solo algunas personas controlen la emisión de noticias. Es de carácter obligatorio remarcar que nada de esto se logra, sin el amparo legislativo correspondiente, en este caso, se trata de la ley 22.285
Para citar un breve ejemplo de esto, basta con prender el televisor, y ver como no se habla de otra cosa que de la inseguridad. Esto gracias a que a través de la concentración del poder, se logra una dominación hegemónica sobre la sociedad, facilitando la construcción de la agenda mediática de la misma; en este caso,el tema central es la inseguridad. Así el medio logra que la población tenga en mente como este país sucumbe ante el advenimiento de un gobierno que libera la delincuencia y nos pone en peligro.
Por estas razones, quisiera exponer en forma puntual y muy breve algunos de los puntos principales de la nueva ley de servicios de comunicación en contraposición de la antigua ley, que es la principal reguladora de todo este asunto. Nos un detalle menor el recordar que la ley 26.522 ya ha sido sancionada por el congreso, pero a través de una maniobra muy poco clara su aplicación aparece en suspenso todavía.
Multiplicidad y vigencia de Licencias
Ley 26.522
En el orden nacional sólo se podrán tener 10 licencias de servicios abiertos, más la titularidad del registro de una señal de contenidos por suscripción con uso de espectro radioeléctrico, y solo una licencia de servicios de comunicación audiovisual sobre soporte satelital. Con previa realización de Audiencias Públicas, la duración inicial de 10 años podrá ser renovada por 10 más.
Por último, en el orden local solo se podrá tener una licencia.
Ley 22.285
En el orden nacional permite a una sola persona la titularidad de 24 licencias (radio y TV). En el orden local solo permite 3. La duración se extiende a 15 años con posibilidad de renovación a 10 más.
Participación de capital extranjero
Ley 26.522
Permite la participación de un 30 % de capital extranjero, sin posibilidad alguna de apropiarse de los medios, no obstante aquello deberá ser amparado por acuerdos internacionales de los cuales la nación forme parte en forma previa, garantizando la reciprocidad con el país en cuestión.
Ley 22.285
Esta ley no lo permitió hasta la modificación realizada durante el gobierno de Carlos Menem. A partir de aquí esas medidas que restringían la participación de capital extranjero se elastizan exageradamente, dando origen a los grandes oligopolios multimediáticos.
Ley 26.522
Esta ley divide el espectro radioeléctrico de la siguiente forma: 33,3 % a entidades comerciales; 33,3 % a ONGs o entidades sin fines de lucro; 33,3% al estado.
Ley 22.285
Esta ley recién las incorpora durante el menemismo pero con un margen de acción muy limitado.
Participación de empresas periodísticas locales
Ley 26.522
Se restringe el acceso de medios visuales a gráficos y viceversa en consideración de la cantidad de medios controlados por una misma empresa.
Ley 22.285
Se restringe el acceso hasta el ascenso de Menem, quién lo deroga. Las empresas locales audiovisuales tuvieron acceso a diarios y radio.
Autoridades de aplicación
Ley 26.522
Se crea la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual, un órgano autárquico y descentralizado, que tiene como función la aplicación, la interpretación y el cumplimiento de la ley. Su directorio estará conformado por un presidente y un director designados por el Poder Ejecutivo, tres directores propuestos por la Comisión Bicameral de Promoción y Seguimiento de la Comunicación Audiovisual , correspondiendo uno a la primera minoría, uno a la segunda minoría y uno a la tercera minoría parlamentarias; y dos directores a propuesta del Consejo Federal de Comunicación Audiovisual. Existirá también un Consejo Federal cuyos miembros provinciales van a representar a los prestadores privados, a las emisoras universitarias, a los medios públicos y a los trabajadores de prensa.
Ley 22.285
La autoridad de aplicación de esta ley será el Comité Federal de Radiodifusión. El organismo regulador de la radio y TV estará integrado por militares, servicios de inteligencia y empresario.
Allí pasaban entonces algunos de los puntos que me resultan interesantes a la hora de analizar el contrapunto entre una ley y otra. Entiendo que la extensión del texto se me ha ido un poco de las manos, de todas formas, al que haya llegado hasta aquí con la lectura no tengo más que agradecerle por su tiempo.
Espero sus comentarios entonces, ya que es un tema por demás importante, y apasionante para los que particularmente nos interesamos por la comunicación.
Saludos!
Salvo desde las posturas más trostkystas, la ley aparenta progresiva. No es una revolución ni mucho menos, pero creo que está perfecto festejar ésto, sobre todo para cualquiera que quiere ingresar en el mundo de la comunicación. Seguramente siga habiendo actitudes monopólicas y mercados restringidos, pero menos que antes, y en ese menos, más y mejores propuestas.
ResponderEliminarMangone to the power!!!
ResponderEliminaraparenta muy bueno. Lo leo y te digo...
Muy buena introducción y elegiste bien los artículos para destacar, aunque yo habría puesto en primer orden la ley vieja y después la nueva, como diciendo esta es la retrógrada y acá te tiro la posta (es una técnica de persuasión muy efectiva jaja).
ResponderEliminarY no me cerraron los términos "emisor" y "receptor", mejor usá "enunciador" y "enunciatario" o "destinador" y "destinatario", pero es un detalle nomás.
La lectura sobre la influencia de los mass media en el comportamiento social y las maniobras de los empresarios en este fenómeno no tiene desperdicio. Si todos pensaran así no habría un solo argumento coherente para refutar la nueva ley actualmente judicializada.
Desde ya gracias.
ResponderEliminarTe tengo que dar la derecha, qué digo!, la izquierda, cuándo sugerís lo de enunciador y enuciatario. Justamente ayer en un teórica de semiótica estaban tocando esos temas, desde el punto de vista de la construcción discursiva, el emisor y el receptor estarían quedando afuera de ese círculo, y tomarían protagonismo el enunciador (medios) y el enunciatario (nosotros supongo ja!!)
Te veo a la noche gran maestro y artista de la seducción pos moderna.
También me gustó mucho la introducción, y creo que lo que escribiste es rico en la precisión de los contenidos.
ResponderEliminar"(...)Estos grandes oligopolios, no pueden decirnos qué opinar, no obstante, logran imponer de qué..." Me parece importante reparar en este aspecto; es imponer de qué opinar, qué elegir, imponer qué es lo que entretiene, cuáles son los intereses y demás, enarbolando paralela y paradójicamente la libertad individual, la libertad de expresión che!
Bien lo dijiste al principio, hay un origen en el avance de la tecnología y las comunicaciones, íntimamente ligado a la nueva economía, la economía en red, la propiedad privada de bienes intangibles, el mundo dividido entre conectados y no conectados, los que acceden y los que no. Una economía en red, donde el Estado no tiene ninguna posibilidad de intervención...
Y así todo...
Muy interesante